Cirilo Estrada

retrato de Cirilo Estrada

Nombre completo: Cirilo Estrada Rodríguez
Nacimiento: 9 de julio de 1887, Matehuala, S. L. P.
Defunción: 14 de noviembre de 1953, Matehuala, S. L. P.

Semblanza

Cirilo Estrada nació el 9 de julio de 1887 en el municipio de Matehuala, S. L. P. Fue hijo de Andrés Estrada, contratista minero en Villa de la Paz, S. L. P., y de Felipa Rodríguez, que dedicó su vida a las labores domésticas. Su familia era reconocida por su participación como feligreses de la iglesia católica y esta ideología inculcada en el seno familiar se vio reflejada su poesía y en las acciones humanitarias que desarrolló a lo largo de su vida.

Estudió, en 1896, en el Colegio San José de la ciudad de Matehuala. Su padre murió cuando él apenas tenía catorce años, lo que hizo que su vida laboral comenzara. Su primer empleo fue en la Casa Comercial Aurora, en la cual se ofrecía el servicio de imprenta y quizá allí fue su primer acercamiento al oficio y, posteriormente, trabajó como almacenista en la mina La Esmeralda.

Ese mismo año, debido a una oferta laboral que el hizo su amigo y excompañero de la mina, Manuel J. Ugalde Quijano, se mudó a San Ciro de Acosta, S. L. P., pero el estallido de la revolución en 1910 lo hizo trasladarse a la Ciudad de México, en donde trabajó con Andrés en una casa comercial de aliados maderistas. Regresó a Matehuala en 1915 y, junto a su hermano, emprendió en el comercio de abarrotes con una tienda en el Mercado Arista, donde no tuvieron éxito.

En 1918, aparece el primer número de Matehuala, semanario con el que Cirilo comenzó su oficio como periodista, historiador y poeta. A partir de esta publicación, comienzan a salir a la luz poesías de temas variados, pues abarca algunos como el amor, el patriotismo y la devoción. Fue miembro fundador del Centro Cultural Matehualense y de la Logia Masónica Luz de Matehuala. Algunos de sus primeros poemas publicados en Matehuala son: “Rosas de sangre”, con fecha de 1917, y “Sangre de perjura”, con fecha de 1908.

De 1920 a 1922, probó suerte como corresponsal de El Universal; de 1920 a 1921 estuvo en la frontera entre Nuevo Laredo, Tamaulipas y Laredo, Texas, hasta que se le pide regresar a la Ciudad de México en donde José Gómez Ugarte fue su jefe. En 1922, aprovechó los cambios administrativos del periódico para pedir su despido y volver a su lugar de origen. Se menciona, en cartas que le envió a Ernestina Valero, que tuvo contacto con el escritor y periodista Teodoro Torres durante su trabajo fuera de Matehuala.

En su cumpleaños de 1923, recibió de su hermano Jesús una pseudoantología de poesía mexicana que éste le hizo artesanalmente, regalo que se repetiría el año subsecuente. Esta selección incluye poemas de autores de la región como Ramón Mendizábal, José Antonio Niño, Josefa Murillo y él mismo, Jesús R. Estrada. Aquí se incluyen, además, algunos poemas, como “6 de enero” y “Provinciana”, que Cirilo envió en postales a Matehuala desde Laredo, Texas.

En 1924, a partir del primer número de Iris, revista quincenal dirigida por Cirilo, comienza a difundir su idea sobre la necesidad de un museo en la ciudad. Para el tercer número, su iniciativa ya está mejor organizada y se planeó inaugurar un museo con una exposición regional para el 12 de octubre de 1924.

Cirilo publicó Capullo en 1928, poemario en que replicó la poesía enviada en postales a sus seres queridos entre 1920 y 1922 cuando se encontraba viajando entre la Ciudad de México, Nuevo Laredo y Laredo. Como lo indicó en los preliminares: “Lo confeccionaron manos inexpertas y sencillas que comenzaron el oficio de tipógrafo. Y fue impreso en los ratos de falta de trabajo y con material recopilado por algún tiempo, sin costo alguno”.

En octubre del mismo año, como continuación del primero, publica un segundo poemario intitulado Iris. En él recopila veinte años de su vida, pues incluye desde algunas de sus primeras composiciones, como “Crepuscular”, de 1908, hasta la poesía ganadora de una Flor Natural: “Matehuala”. Además, el autor da aviso de que con este libro cree dar por terminada la etapa bohemia de su vida.

El 28 de enero de 1929, se casó con Ernestina Valero Maldonado en Cedral, S. L. P., de donde ella era originaria, cuando él tenía 42 años y ella 32. Al momento de su boda ya se le reconocía en la región como periodista y escritor. Del matrimonio nació el 2 de enero de 1930 su hija María Guadalupe Eugenia Estrada Valero. Su familia participó activamente en diferentes clubs y grupos de la ciudad que realizaban eventos de carácter literario, por ejemplo, su hija fue miembro del club CITEMSA y Ernestina fue presidenta de la Aligación Filantrópica Femenil Cariátide de 1934 a 1935. El mismo año de su boda, y debido a problemas administrativos, desapareció el Centro Cultural Matehualense, que había funcionado por diez años.

Se fue a vivir con su familia a Tacubaya, en la capital del país, pero a partir de la muerte de Andrés en 1933, tuvo que volver a Matehuala, donde fue director de Nuevo Día, cargo que ocupó hasta su muerte. En la publicación se pueden apreciar varios homenajes a su hermano Andrés, así como también publicaciones en memoria del profesor Ángel Veral con la publicación de sus poesías.

En 1936, utilizando el espacio de Nuevo Día, Cirilo Estrada comenzó con un plan para restaurar y hermosear el —ya histórico para ese entonces— templo de San Salvador, ubicado en el centro de Matehuala. Contó con el apoyo y donativos de sus lectores y se inició un comité. La obra tardó tiempo en verse terminada. Esta restauración es una de las acciones por las que sería recordado aun después de su muerte como alguien que sólo veía en pro del progreso de Matehuala.

Cuando el escritor Teodoro Torres falleció en 1944, se le rindió homenaje en Matehuala el 21 de octubre de 1944 con un amplio programa organizado por los miembros del Partido de Catorce y la redacción de Nuevo Día. Cirilo Estrada, además de ayudar a organizar, publicó, posteriormente, con la Imprenta Nuevo Día, un folletín titulado Corona fúnebre: Teodoro Torres (1888-1944), en el que se incluyó el programa, los discursos y composiciones literarias que se hicieron en honor del novelista.

En 1950, fue uno de los principales organizadores del IV Centenario de Fundación de Matehuala y, por la polémica sobre el establecimiento de una fecha de fundación, publicó el folletín de recopilaciones históricas Documentos aclaratorios para establecer si pudo o no ser 1550 el año de fundación del primitivo Matehuala. Fue secretario del Comité Pro Matehuala en 1953. También se desarrolló en el ámbito de la política y fue servidor público: regidor, tesorero municipal y juez civil.

Falleció el 14 de noviembre de 1953 a los 66 años, a consecuencia de cáncer de hígado. Fue sepultado al lado de su hermano Andrés. Dejó viuda a Ernestina, quien se dedicó a la administración de los servicios al público de la Imprenta Nuevo Día, y huérfana a su hija María Guadalupe, quien tomó la dirección del semanario Nuevo Día hasta su desaparición en 1956.

A lo largo de su trayectoria en la prensa, Cirilo dirigió en diferentes momentos Matehuala (1918-1929), Plenitud (1920-1923), Iris (1924-1927), Luz de Matehuala (1928-1929) y Nuevo Día (1929-1956).

Obra

Poesía

Bibliografía

Estrada, Cirilo. Capullo. Matehuala, Imprenta Iris, 1928, p. 4.

Estrada, Cirilo. Iris. Matehuala, Imprenta Iris, 1928, p. 2.

García Tovar, Karla Edith. Escribas del desierto: cien años de literatura matehualense. 2023. Universidad Autónoma de San Luis Potosí, tesis de licenciatura.

Archivística

Dirección Estatal del Registro Civil del Estado de San Luis Potosí, San Luis Potosí, México.